lunes, 31 de diciembre de 2012

Repitamos.


Hoy es un día terrible. Porque es exacto a los demás. O sea, lleno de peligros… Podría asomarme a un balcón y aullar como un perro a la Luna. O dejarme caer del balcón a la calle. O enamorarme locamente del primero que pase…de ti. No para recuperar lo irrecuperable, sino para empezar otra vez – la misma y de la misma forma: a tientas y a ciegas- el amargo proceso de la desilusión.

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