La vida es el
presente nada más. Hasta la eterna, de la que con tantas precauciones se nos
habla, es el puro presente. ¿Cómo vivir en el ayer? Sería una manera de morir.
Mis días de
ayer me han traído hasta aquí. Mis ayeres me han hecho como soy; pero quien
vive es mi yo de ahora.
No sé si se
hace camino al andar o es el camino el que nos hace. Sé que hay que renunciar
al camino ya andado, nos sea fácil o no esa renuncia. Hay que conceder una
amnistía total a las culpas pasadas, nuestras o de los otros; dejarse de
lamentaciones y de resentimientos. Eso es lo que a diario me propongo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario