Qué casualidad encontrarte a diez pasos
junto a aquel ser al que vas engañando
quiero reírme y gritar “pobre diablo”
es tan conmovedor.
Tu piel poco a poco se va transformando
desde el magenta al más negro morado
tu absurda mente y tus labios cerrados,
me están gritando “adiós”.
Y ahora dirás que no sabes quién soy,
y en el fondo es verdad, nunca te interesó
y me evitarás porque ayer ya no es hoy
si pudieras fundirte, voila, au revoir, alehop.
Tu estúpido autómata hablaba encegado
son las dioptrías del enamorado,
quiero evitaros saltando a un tejado
y evitar la colisión
y ahora dirás que no sabes quién soy
y en el fondo es verdad, nunca te interesó
y ahora verás el fin de esta función
voy a hacerme invisible, voila, au revoir,
alehop.
"Las palabras son inútiles,tercas,retorcidas como tornillos que no entran rectos. Y me cansan.Pero son lo único que tengo. (...) El mecanismo hace tiempo que dejó de resultar intrigante o atractivo. No hay desafío.No hay chispa.No hay color. El mundo es tan gris como mi asco. Las palabras son los puntales de mi abulia. Pero son–lo he dicho,lo repito–lo único que tengo." Roger Wolfe
viernes, 28 de junio de 2013
jueves, 27 de junio de 2013
Enciéndeme y yo me apagaré.
¿Cómo
poder amar a alguien todos los días, a todas horas?
Todas
las personas sufrimos el incesante proceso de la mutación. Hoy amas a alguien y
dentro de dos semanas ese alguien es otro ya. Supongo que por eso yo sólo puedo amar a los
momentos y no a las personas. Una noche te quiero y a la mañana te odio o peor
aún, no me interesas. Deambulo en el tiempo rogando momentos en los que poder
sentirme viva, mis ojos son aquellas letras escritas en un cartón expresando la
falta que me hacen. Que necesito un hogar, unos brazos donde refugiarme, una
boca que me alimente y una mente que encienda mis delirios.
jueves, 13 de junio de 2013
.
- Quiero ir a un sitio donde me maraville por algo…
- ¡Oh! Hablas como una quinceañera.
- No, me comporto como una desde los 15, o me enrollo con un chico o corto con un chico, nunca me he concedido dos semanas de descanso para pensar en mí.
- ¡Oh! Hablas como una quinceañera.
- No, me comporto como una desde los 15, o me enrollo con un chico o corto con un chico, nunca me he concedido dos semanas de descanso para pensar en mí.
Muevo ficha.
Si pudieras despejar todo ese espacio que ocupas en tu mente por obsesionarte de ese tío tendrías una puerta y ¿Sabes qué haría el universo al verla?, Colarse. Se colaría y te llenaría del amor que jamás hayas podido conocer.
lunes, 10 de junio de 2013
Tóxico.
Todo empieza cuando el objeto de tu afecto te inyecta una
fuerte y alucinógena dosis de algo que nunca te has atrevido ni si quiera a
admitir que querías, un emotivo chute de amor y emoción descontrolado. Pronto
empiezas a ansiar esa atención con el mono de una yonky, cuando te la deniegan
enfermas, enloqueces, por no hablar del resentimiento que sientes hacia el
camello que te enganchó y que ahora se niega a pasarte tu droga. ¡Maldita sea!
Y antes te la regalaba sin pedírselo. Lo siguiente eres tú en los huesos, temblando en una
esquina, con la única certeza de que venderías tu alma para poderlo probar una
vez más. Mientras tanto el objeto de tu adoración ahora siente repulsión por
ti. Te mira como si no te conociera de nada. Lo irónico es que él no tiene la
culpa. En fin, mírate bien, eres una calamidad, no puedes reconocerte ni con
tus propios ojos. Y has llegado al destino final de tu encaprichamiento, la
total y despiadada infravaloración de ti misma.
Arruinémonos.
¿Recuerdas cuando me dijiste que deberíamos vivir juntos y
ser infelices para poder ser felices? Considera una prueba de lo mucho que te
quiero el haber pasado tanto tiempo desgastándome en el intento para ver si
funcionaba.
Una amiga me llevó a un sitio impresionante el otro día, se
llama el Augusteo, Augusto lo construyó para que albergaran sus restos. Cuando
llegaron los bárbaros lo arrasaron, junto con todo lo demás. El gran Augusto,
el primer gran emperador de Roma, ¿Cómo podría haber imaginado él que Roma, o
lo que para él era el mundo entero, acabaría un día en ruinas? Es uno de los
lugares más silenciosos y solitarios de Roma. La ciudad ha ido creciendo a su alrededor
durante siglos, es como una bella herida, como un desengaño amoroso al que te
aferras por el placer del dolor.
Todos queremos que nada cambie. Nos conformamos en vivir
infelices porque nos da miedo el cambio, que todo quede reducido a ruinas. Pero
al contemplar ese sitio, el caos que ha soportado, la forma en que ha sido adaptado,
incendiado, saqueado… y luego ha hallado el modo de saberse levantar, me vine
arriba. A lo mejor, mi vida no ha sido tan caótica y es el mundo el que lo es,
y el único engaño es intentar aferrarse a ella a toda costa. Las ruinas son un
regalo. Las ruinas son el camino a la transformación.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)