¿Sola?, se
preguntó de repente y miró alrededor como si alguien hubiese podido oírla.
Quizá
reconocer esa soledad sea reconocimiento de una frustración. Pero yo no creo
que esté frustrada, ¿o sí? ; o será una sensación pasajera o una consecuencia
de la edad, o del cansancio: eso será… O una equivocación. O a lo mejor no tener
a nadie a quien contarle nada. A nadie… Pero a eso justamente es a lo que se
llama soledad. Pero ¿por qué yo sola? Otra vez esa palabra… ¿Cómo voy a estar
sola si estoy hasta tal punto acompañada que no tengo ni un minuto para mí? Sí tienes:
estos minutos de ahora mismo. Se puede trabajar mientras se piensa en otra
cosa. Sí; en esto, en esta soledad, que es como una carcoma interior, una
amenaza diluida en el aire que respiro: como esas décimas de fiebre que no llegan
a ser síntomas de una enfermedad, pero enturbian la salud y desaniman y
confunden la tarea y las horas…
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