sábado, 11 de octubre de 2014

El Perseguidor.

Lo que pasa es que se creen sabios- dice de golpe-.Se creen sabios porque han juntado un montón de libros y se los han comido. Me da risa, porque en realidad son buenos muchachos y viven convencidos de que lo que estudian y lo que hacen son cosas muy difíciles y profundas. En el circo es igual Bruno, y entre nosotros es igual. La gente se figura que algunas cosas son el colmo de la dificultad, y por eso aplauden a los trapecistas o a mí. Yo no sé qué imaginan, que uno se está haciendo pedazos para tocar bien, o que el trapecista se rompe los tendones cada vez que da un salto. En realidad las cosas verdaderamente difíciles son otras tan distintas, todo lo que la gente cree poder hacer a cada momento. Mirar, por ejemplo, o comprender a un perro o a un gato.Esas son las dificultades, las grandes dificultades. Anoche se me ocurrió mirarme a este espejito, y te aseguro que era tan terriblemente difícil que casi me tiro de la cama.