Pienso que algo se nos escapa. Quizá sea la vida, quizá nosotros mismos. Obsesionados con ese reloj de arena que hace tiempo dejó de ser desierto.
Y tú y yo continuamos caminando muy cerquita, a veces sin rozarnos y otras veces, rozándonos demasiado.
Nos escondemos entre el tráfico, el cemento y la rutina, buscando sobrevivir a base de café y canciones tristes, un tanto perdidos entre máscaras y gente de papel.
Siempre con esta peste a poesía que nos acompaña a cada rincón del mundo, tan tópico de las historias que tienen tanto de inviable como sus protagonistas.
Porque cuando te miro se me tuerce la sonrisa y la vida. Porque cada vez que siento que te pierdo, mi mente se vuelve una cloaca y tú te conviertes en basura.
Y de nuevo vuelvo a pensar que la vida es mucho más que estar esperando... Pero espero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario