martes, 17 de junio de 2014

Ni la primera ni la única.

Yo quería ser la primera
que se enamorara de ti
y de tus aires de ser extravagante 
que no recuerdan a nadie 
excepto a aquellos a que nadie recuerdan.

Y, siendo sincera, más que la primera
quería ser la única,
y que, aún así, me rechazaras
porque ya tienes bastante con amarte
a ti mismo
y escribirte poemas de amor.

No queda nada lindo que decirte
que no te hayan/hayas dicho
ni tú nada que decirme 
que no hayas pronunciado antes.

Y, a pesar de todo,
cuando el perro que aún no tienes
acerque su hocico a tu oído,
yo le envidiaré por ello.

No hay comentarios:

Publicar un comentario