lunes, 27 de abril de 2015

Te quiero, doble.

Y lo que nos separa es como la distancia mínima
entre dos cosas que deberían estar juntas
- pero no lo están - 
Como las ranuras, los umbrales, las estrías en la piel
una herida o un corte.
Yo siempre he estado enferma de vacío
pero me hiciste curar
Te he metido en ese hueco tan grande sin pedirte permiso.
Cuando me coloque a tu lado,
me recordará al Soldadito de Plomo y a la bailarina;
nos derretiremos con tanto fuego
y eso nos hará felices.
Cierro los ojos y paseo las yemas de mis dedos 
por tu vientre,
es otro invierno distinto a éste,
es otra época.
Tu piel caliente estremeciendo a la mía
vulnerable,
los colores del otoño en tus ojos,
mis dedos escapando por las marañas de tu pelo,
olor a páginas amarillentas.

Suena la cafetera.
Entras en mí.
Ya es hora de despertar.
Vivo dos vidas.
Te quiero doble.

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