lunes, 18 de febrero de 2013

Y dejar de lado la vereda de la puerta de atrás.

Y todos los momentos son el último pero nunca terminan.
Nos distanciamos vagando en direcciones opuestas pero en círculo,
garantizando el encuentro.
 Me obligas a mirarte a los ojos y me robas un beso a traición .
Como si no fuese tu culpa esto de verte lo justo para no olvidarme de ti.
Y me dejo besar por tus labios que carecen de verdad pero que no engañan cuando besan.
Hasta que nuestra saliva se fusiona en una sola
y nuestras lenguas danzan la misma canción hasta saciarse.
Y te escribo con la punta de mi lengua en tu torso
lo que no me atrevo a decirte al oído.
A veces parece que lo entiendes.
Y creo que te quiero todas las veces que estoy a punto de huir.
Y a veces me quieres con el reparo de no querer quererme ni poder  olvidarme,
siendo consciente de que a veces querer no es suficiente.
Y me esfuerzo en llevarte un paso de ventaja,
por si a la conciencia le da por pedir la cuenta
 y me eches de tu vida por la vereda de la puerta de atrás.


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